Ya tengo el medio. He tuneado la Vespa, está como nueva, muerde. Como siempre que realmente algo tiene que pasar en la vida, he encontrado un mecánico to colega que me lo ha manoseado a conciencia.
Incluso le he comentado mi nueva idea: bajar de Barcelona a Murcia en Vespa. 700 kilómetros de belleza encadenada. Creo que es, sin duda, de las ideas más absurdas que he tenido jamás, lo pondré en el ranking, pero teniendo en cuenta la frase de Unamuno que me he puesto como estandarte, resulta inevitable que sea superada en breve. Pero bueno, tiempo al tiempo.
Todavía no me he puesto fecha, está en el aire, como el recorrido y las paradas. ¿El ritmo? Supongo que me dejaré llevar por los 15 caballos de mi Poderosa, cuando vea que se cansa, acampamos, los dos solos, bajo las estrellas, que nos despierte el sol con sus primeros rayos en las fauces.
Creo que va a ser algo hermoso, la unión entre el hombre, la máquina y la naturaleza. La carretera será nuestra amante silenciosa.
Yesssss! Let’s Vespa!
Mucha mierda 