Agonizar es sano

¿Y si todo esto va a hacer que finalmente algo cambie? ¿Y si hace que todo cambie a mejor? ¿Y si lo consigo? ¿Y si consigo estar en paz conmigo mismo?

¿Y si no qué? ¿Y si no qué hago? ¿Qué coño voy a hacer? No sé que hacer.

La vida me aterroriza. No sé hacia dónde voy. No sé qué quiero. No sé a quién quiero. (Es una putada escribir esto después de haber leído El secreto).

Creo que toda la agonía anterior se podría resumir con: No me quiero nada.

Sé que podría sonar a excusa pero estoy convencido que aún esto tiene otra raíz más profunda: No sé quién soy.

Ahora todo está más claro; en la superficie.

La ruina de esta vida, la mía, es que el fondo nunca aflora, nunca se vislumbra, nunca se altera, nunca se inmuta.

<Devolvedle, por favor, al surfista el corazón>.

Realmente mi pregunta es si el error consiste en insistir con las preguntas. Las malditas preguntas.

La gente no se hace preguntas y menos sobre sí misma. Si ve un coño folla, si ve una hamburguesa engulle, si ve a otro como él mata.

La vida, en realidad no es otra cosa que follar, engullir y matar.

<Los cobardes son los que no cojen lo que se les ofrece>.

Amén.

Deja un comentario