quince días de prueba

Cae aguanieve, +4ºC, leves ráfagas de aire…

>>Aprendizaje clave: No seas demasiado flipao, los flipaos cansan, los flipaos terminan rompiendo las pelotas…

>>Aprendizaje transversal: Las cosas tienen su curso, su monotonía y su estacionalidad, su momento álgido y su caída de bruces… Tiempo al tiempo.

>>Aprendizaje vital: En realidad la única diferencia entre todos nosotros es nuestra frecuencia, nuestro bucle y nuestro devaneo emocional, nuestro ritmo de movimientos, nuestra rutina o nuestro rutinaria negación de la rutina secundada por una oscenamente evidente consecución de actos y manifestaciones rutinarias pero antirutina…

Total, que somos y atraemos las cosas y las situaciones en función de (y gracias a) la frecuencia que emitimos al universo…

¿Frecuencia? Sí, frecuencia… nuestra manera de ser y estar tiene su gráfico bursátil propio, tiene sus semanas buenas y malas, sus rachas de suerte, sus jet lags, sus jornadas interminables, sus proyectos en babia, sus risas contenidas, sus tensiones sexuales, sus momentos de pim-pam-pum y sus momentos de aperreo en el sofá engullendo latas zumo de malta mientras Iniesta combina con Messi o investigando todas las entradas de google que traten sobre los últimos avances en la investigación sobre la Reproducción Asistida Autofecundante en las tortugas galápagos o zambulléndote en la tortuosa y electrizante secuencia vital de Marujita Díaz…

Todas estas cosas, consciente o inconscientemente, engendran (o son fruto de) un perfil de actividad, un vaivén de inputs, un código de altibajos y salidas de tono, un cromograma de índices de suavidad y bravura… un mapa de bucles de frecuencia superpuestos e interconectados, que dictan nuestro previsible baile de energías día tras día…

Bien este baile energético es absolutamente único, personal e innato, es lo que somos en esencia, y esa esencia es la que, en realidad, atrae todo lo que tenemos a nuestras manos…


>>Aprendizaje armónico: A veces hay que rendirse ante la voz de la masa…


>>Conclusión; Para ser feliz, estés donde estés y hagas lo que hagas, la clave es saber mantener nuestra frecuencia personal inalterable, percibir y guardar nuestro ritmo personal dentro de la pulsión colectiva, mantenerse abierto pero firme ante las presiones emcionales externas… y, sobre todo, darle tiempo a la vida para que ponga cada cosa en su debido lugar… proyectando calma, fé y alegría desde nuestro regocijo interno, desde nuestra esencia, pura y vibrante… viva…

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