Lost in translation

<The show must go on!>

No cabe duda, el movimiento es necesario para la vida. Creo que las energías se han transformado tanto que ya no encuentran la manera de reestablecer las antiguas conexiones. Cada cambio es una pequeña muerte.

Realmente el problema no es tanto la muerte, que no es sino el final de un proceso, la cuestión es el rito fúnebre; Hay que escenificar la desunión. Hay establecer los márgenes de las líneas de corte.

Si me preguntas ‘¿Cómo hemos llegado hasta aquí?’, no sabría qué responder. Creo que más que una cuestión de incompatibilidad patológica, se trata de que ya hemos tocado techo como trio. Ya no hay más posibilidades de movimiento, estamos en posición de empate técnico…

Nos hemos visto las entrañas, hemos vislumbrado la mórbida imagen de nosotros mismos en la retina del otro. Ya no hay secretos, ya no hay mentiras posibles. Nos conocemos demasiado; Las estrategias son transparentes. Los roles están repartidos.

Total, ¡que lo dejamos! Ya no hay vuelta atrás. <Caminante no hay camino, se hace camino al andar…>. ¡Levanten anclas!, que vamos que nos vamos…

Cada uno a recorrer su camino; Hemos compartido un hermoso trecho, codo con codo, luchando y gozando, oliendo las nubes y sudando sangre. Pero ahora toca reorientar el rumbo, enfilar nuestro destino e ir a por él, peleando a muerte, hasta la victoria siempre.

La verdad es que ha sido genial, una experiencia increíble, no me arrepiento ni cambiaría ni un sólo segundo de estos 365 días de idilio compartido. Os doy las gracias, de todo corazón, desde mi alma y mi ser. Con vosotros he empezado a ser yo mismo, me habéis ayudado a conocerme y a aceptarme.

Bueno, eso es todo, no soy bueno para las despedidas. ¡Lo que Barna ha unido que no lo separe nadie!

Un placer y mucha suerte amigos.

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