Hoy ha sido mi primer dia de trabajo y este es mi post nº50. Cosas de la vida.
Todo ha ido genial, me ha molado. Creo que vamos a llevarnos bien.
Otra cosa que no viene precisamente al cuento, aunque si desciende genéticamente del mismo es que este blog va a cambiar y mucho. No sé en que sentido, pero presiento transformaciones agigantadas.
Ahí queda eso.
Ya el otro día agonicé un poco con la práctica ausencia de comentarios (excepto mi amigo Xtian, ¡gracias Flaco!).
Total: o aumento la difusión o diversifico el formato. Algo hay que hacer porque tengo la raquítica sensación de estar hablando conmigo mismo y para eso no necesito un blog.
Mañana será otro día y, no me cabe duda de que será hermoso.
Mañana se resuelve el tema Barna, tras el cual me quedaría una sola cosa inminente y mía que resolver: el tema Federalítico.
Espero que las nuevas compañías llenen mi corazón y mis bolsillos, yo mientras tanto, estoy buscando alimentos para el alma.
Ya está bien por hoy. La verdad es que cuesta escribir cuando llevas todo el día escribiendo.
Un besazo a todos los que he conocido en mi vida, estoy aquí, ahora, escribiendo esto, porque me habéis mimado, porque me habéis apoyado, porque habéis creido en mí, porque me habéis besado y, sobre todo, porque no me habéis matado, porque seguramente más de una vez lo merecía, otras incluso lo deseaba.
Ahora estoy bien. Bueno, la verdad es que Bien es un término bastante gay. Prefiero citar a mi viejo amigo Manolo, espero que siga vivo, por el bien de la humanidad, pues él si que era un gran poeta; eso, que citando al gran Manolo, a partir de ahora, cuando me pregunten <¿Que tal?> diré siempre:
<De superior pa’arriba>
<Y si me apuras… ¡Mañana mejor!>
Mucha mierda 