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Te confundí con una nube

Este finde he vuelto a trabajar de nuevo, tras un año de retiro (mitad voluntario, mitad circunstancial). ¿Qué tal? Bien. ¿Cómo me siento? Revuelto…

Como un revuelto de ajos tiernos y espárragos trigueros: verde, tierno, suave, cremoso, especiado… especial.

Mis sentimientos y mis pensamientos bailan un freedance caótico en mis arterias, mis células se han aliado con mis neuronas y apenas me dejan reposar mi pompis… e incluso si creo haberlo reposado, en realidad en pura ficción metóbólica, pues las micropartículas no dejan de marcarse pasodobles por mis adentros.

De vez en cuando, cuando montan sus raves cerca de la dermis, siento unos cosquilleos extraños y me ruborizo sin motivo aparente, se me excitan los pelos y mi cutis se confunde con el de una gallina tras pasar por la guillotina.

Me gustan de sobremanera los ajos tiernos, pero los espárragos verdes -es por todos sabido que- son depurativos del hígado, osea que estoy todo el día depurándome de manera inconsciente.

Me estoy deshaciendo de todo lo malo, de toda suciedad acumulada a lo largo y ancho de mi juvial inconsciencia. Parezco un enfermo en el postoperatorio, con la salvedad de que a mí no me han intervenido, por lo menos que yo sepa… pero es posible que el revuelto llevase algún otro ingrediente exótico camuflado por la esencia de ajo y que, sin saberlo, haya estado dormido durante meses y ahora es cuando se me está pasando el efecto de la abuela.

Me han envenenado y no he sido consciente de que llevaba un año viviendo en sueños… que fuerte…

Algo me olía yo. Tenía, desde hace un tiempo, la sensación de observar la realidad desde fuera, desde una burbuja, sintiéndome inalterable, pero al mismo tiempo, incapaz de intervenir en la realidad de manera efectiva mas que mediante deseos y querencias energéticas…

Ahora entiendo porque llevo un año sin tener trabajo y un año sin entrelazarme en profundidad con nadie…

Es que estaba soñando… nada de lo que ha pasado o ha dejado de pasar ha sido real… ha sido un gigantesco escenario sci-fi creado por mi mente donde iban desfilando personajes de cuento que representaban flash backs de mi vida, de vez en cuando con algún que otro cambio de vestuario improvisado para confundir a mis neuronas y hacerles creer que un determinado sketch era novedad, cuando no era más que un spin off con extras de fin de semana…

Creí que te abrazaba a ti y me extrañaba que no me correspondieses… cuando me estaba abrazando a mí mismo y pidiéndole besos a mi reflejo en el espejo.

Ahora lo entiendo todo: te confundí con una nube.

¿Y cómo te sientes ahora que has descubierto la trama? Vivo.

¿Y en más de dos sílabas? Coleando.

Gracias.

Un placer. (…) Oye, espera, te apetece que nos tomemos un vermut en la plaza y me cuentas de que va el proyecto ése en el que estás currando, el otro día me lo comentaste y me pareció muy interesante…

Bueno, iba a hacer unas gestiones, pero… ¿por qué no?

No sé si esto ya es la realidad o sigo teatreando en el limbo… pero te puedo decir, amiga, que por culpa de tu culo tengo una dislocación cervical aguda…

Wow, acabo de darme cuenta que, gracias a mi letargia silenciosa y casta, he pasado de hablar de amor en clave de dolor <Te quiero porque mi pena tiene el color de tus ojos> al <Come on baby, light my fire>…

Al final va resultar que el tratamiento ha sido fructífero…

Se lo voy a recomendar al Dr. House… ahora que sus guiones empiezan a flaquear… tal vez le interese un episodio sobre gente extraña que hace el amor con las nubes o que le salen excemas en el dedo anular por su falta de compromiso…

La Asociación de Mujeres Amargadas (AMA) ha desarrollado un estudio que demuestra que la depresión se cura la ingestión masiva de chocolate…

Yo he curado mi falta de autoestima con un revuelto de ajitos y trigueros… Algún día, alguien, reconocerá mi inestimable aportación a la ciencia.

Me sigues o no me sigues?

(Hay que ver las cosas que se aprenden «jugando» al Quién me sigue? en el Twitter…)

<El verdadero líder no es aquel que no sigue a nadie,

el verdader líder es el que no necesita que nadie le siga.>

De hecho, el primero bien podría ser un loco, un vagabundo y/o un friki,

sin embargo, el segundo arrastra (sin pretenderlo) a multitudes con su indolencia.

«Arrogante de Mierda», dirán a los que les jode que no les haga caso; «Maestro de Vida», dirán los que sucumben a sus pies; «A ver cuando nos tomamos una caña», espetan los que saben que lo han perdido; «Mañana te llamo», gritan los que, como él, han descubierto el secreto de la felicidad.

Y, me pregunto ahora, tras psicoanalizar mi hermoso día:

¿Cómo dos líderes quedan para tomar café?

Respuesta (¡ya lo entiendo todo!):

Dos líderes sólo quedan para tomar café si tienen intereses inmediatos comunes, léase: un negocio.

Los que no son líderes también quedan para otras cosas: lloriquear de lo mal que va tal o cual cosa, hablar de la crisis, compartir sueños que jamás se harán realidad, criticar a los líderes y/o a cualquier persona que no esté presente o que esté presente y haga algo que en alguno de ellos despierte un dolor de la infancia mal cicatrizado, quedan para darse ánimos, para ligar en pareja (una contradicción, a no ser que el objetivo sea hacer una orgía), para medirse las pollas y las lenguas: a ver quién mea más lejos y quién dice la barbaridad más bárbara…

Mientras, los líderes, bueno, dejémonos ya de plurales de modestia, el líder, observa la escena, dando sorbos pausados a su pinta de Guiness mientras ojea un periódico regional, apuntando mentalmente tanto las noticias de interés como los picos de humor y realidad de la muchadumbre que le rodea.

Les escucha como hacen planes, como elaboran estrategias, como se autosabotean, como se relamen las heridas después… se necesitan y se tienen, es penoso pero es bello al mismo tiempo.

El líder, vuelve a doblar el periódico, paga su pinta y se despide.

Se dirige a casa, solo, disfrutando de sí mismo, sumergido en sus pensamientos, flotando en su halo de energía…

Extraño sentimiento ése, darte cuenta que paseas entre humanos aparentemente iguales que tú, pero, a diferencia de ti, todos ellos tienen prisa, por llegar al sitio de siempre, por llegar a dónde han quedado con su grupo, todos quieren pertenecer a un grupo, todos quieren ser alguién en el grupo que sea, todos quieren ser valorados…

¿Será porque no se valoran a si mismos?

No sé… lo cierto es que con tanta prisa tampoco tienen mucho tiempo para empezar a hacerlo.

 

Hola Baby!

y yo que decía que nunca me casaría, y yo que creía que eso de estar en pareja era un corte de rollo, y yo que vacilaba que nunca me amoldaría a nadie…

y desde que te ví…

todos mis dogmas son palabras al viento, todas mis promesas son carne de cañón…

Los nuevos emigrantes sí tienen papeles

No se van en trenes con maletas de cartón pero llevan sus bienes más preciados: un portátil, un móvil de última generación regalado por un familiar o conseguido a base de una lucha de puntos sin cuartel. Suelen tomar un vuelo de bajo coste, cazado pacientemente en las redes de Internet. Se van a hacer un máster, o han logrado una mal llamada beca Erasmus que costará a la familia la mitad de sus ahorros. Otras veces van a hacer de au-pair, de auxiliar de conversación, o a cualquier trabajo temporal. La familia va a despedirlos a la puerta de embarque y mientras se alejan disimularán unos su pena y otros su incipiente desamparo. «Es por poco tiempo -se dicen-. Dominarán el idioma, conocerán mundo… Regresarán en pocos meses».

Hasta hace poco era un privilegio de los nuevos tiempos que les permitía gozar de una libertad sin límites, de un mundo sin fronteras, de una capacidad casi infinita de aprendizaje… Hasta que llegó la crisis y la maleta pareció distinta, la espera en la fila de embarque más embarazosa, la despedida más triste y el fantasma de la ausencia definitiva más cercano.

No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad… A fin de cuentas aquí no hay nada.

Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.

No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. «Mi hija está en Berlín», «se ha marchado a Montpellier», «se fue a Dubai» son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.

En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.

No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.

No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.

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Fuente: Las ilusiones perdidas, Concha Caballero, El País

LOVE

Querencias (Cap. 1)

Quiero volar. Quiero surcar mi propio camino. Hacer las cosas a mi manera. Escuchar a los demás sólo cuando vaya a visitarlos. Quiero dejar los platos sucios y que cuando vuelva de viaje estén llenos de moho. Quiero dejar la tapa del wáter sin bajar. Quiero que sean las necesidades las que me generen las obligaciones. Quiero no ser juzgado si una noche se me ocurre hacer de maestro y liarme con un bombón de 19. Quiero ser el único responsable de mis éxitos y de mis fracasos… y quiero que sea la soledad y la distancia la que me inspire a compartirlos. Quiero que si no riego las plantas se me mueran. Quiero que las ventanas conserven los restos de lluvia. Quiero que nadie me recuerde lo que me carcome… y no quiero que me hables de nada trascendental hasta que me haya tomado mi café. Quiero tomar decisiones sin sentido. Quiero apuntarme a cosas y desapuntarme al día siguiente. Quiero gozar de la sensación de equivocarme. Quiero dejar las cosas para el último minuto. Quiero el estrés de no saber si me he dejado algo. Quiero que no sea todo perfecto. Quiero que me prestes tu toalla. Quiero que me exijas tu lado de la cama.

Coordinémonos!

<Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo qué ocurre a continuación.>

Tierra de Lobos, cap.5

Camino a la felicidad

Cuando éramos pitufos, con los mofletes sonrosados, nuestros progenitores nos alentaron a lanzarnos a la vida con rimas como <para ser feliz hazle caso a tu nariz>. Hoy, 29 primaveras a mis espaldas, sigo dudando sobre si existen realmente unas claves universales para lograr la felicidad.

Me atrevería a afirmar que la felicidad es un abstracto totalmente subjetivo e intransferible, ahora bien, dado que esta elocuencia no aportaría nada a la humanidad, iré un poco más allá…

Estarán de acuerdo conmigo, señores/as lectores/as, que todos, incluso los ciudadanos de tercera división que viven en tierras africanas, coincidimos en las necesidades más elementales de la pirámide del Dr. Maslow.

 

Ahora bien, dado que los habitantes de las sociedades democráticas tenemos la suerte de tener el 25% de esta pirámide al nacer, podemos aventurarnos a hablar y actuar en pro de la felicidad con elocubración y alevosía.

Dentro de este espectro de personas con posibilidades reales de disfrutar de la vida, la palabra <felicidad> adquiere un carácter mucho más definible, mucho más acotable, mucho más material, mucho más objetivo…

Me aventuro a asegurar, que para los habitantes aventajados del planeta (entre los que me cuento), la felicidad consiste exactamente en las mismas cosas, eso sí, matizadas por el gusto, el autoamor y el porcentaje de apertura mental. Es decir, que todos deseamos las mismas cosas pero ajustadas a nuestro estilo propio. En el
caso de que no tengamos estilo propio tampoco pasa nada, de ello ya se ocupa el sistema con los denominados <estilos de vida>, que no son más que patrones de vida o de consumo para gente que tiene escasamente desarrolladas las tres variables anteriormente citadas: el gusto, el autoamor y el porcentaje de apertura mental.

Abordo, por tanto, mi definición de la felicidad; y dado que las palabras suelen distorsionar la realidad, voy a recurrir solamente a imágenes.

La FELICIDAD es:

1.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

8.

9.

10.

p.d.: El orden de los factores no altera el producto.

.

Y para tí, ¿qué es la felicidad?

50$ – 18 years old Californian Blonde

El precio de la libertad son 100 euros al mes durante 3 años.

(Barato, barato.)

.

Sí, sí, como lo oyes, la libertad tiene un precio…

Eso es imposible, baby!

Mira papi, como diría Fidel: <Impossible is Nothing>.

.

¿No querías ser libre?

¡Azú-car!

chavezlovesbush

Cordenada -8

Bien, ahora, hoy, estoy en mi punto más bajo de la ola emocional grande (no de las pequeñas olitas de cada dos horas, sino en la macro-ola bi o trimestral que azota lo que pille por delante).

A partir de ahora en alza!

Siempre en alza!

Sonríe joder, viene la ola.

Viene la ola.

Ohh la lá!

Vámonos!

Zagalicos & zagalicas,

vais a flipar.

Viene la era positiva.

Viene la ola ascendente!

Yeah yeah yeah

Ola ascendente!

Hola Ola!

¿Me llevas contigo?

¿Vamos?

¿Nos vamos?

Vámonos ya!

Vámonos ya!

Yeahhhhh

Abrázame!

pintor-miquel-barcelo-trabaja-obra

<Vivimos en una era de incertidumbres. Sólo nos quedan el arte y la poesía como cosas esenciales en este mundo huérfano de certezas>.

Miquel Barceló, XLSemanal, 17 de mayo de 2009.

123Acción!

Ha llegado el momento.

Nos dejaremos llevar. Nos tiraremos al río. Nos dejaremos mecer. Nos dejaremos engullir. Nos dejaremos fluir.

Fin del viaje interior. La realidad vuelve a la escena.

123Acción!

Todo va a ir bien.

No hay nada que perder.

Las mochilas cargadas.

Los corazones abiertos.

No hay nada ni nadie que pueda hacerme tambalear si creo en mí mismo.

Si confío en mis dones, si creo en mis verdades, si quiero que haya dinamismo y armonía, habrá dinamismo y armonía.

Desea, cree, espera, abre los brazos!

Amo esta vida. Bendigo todo cuanto me tenga preparado.

Seguro que me hará más fuerte y más humano, que es lo que importa al final.

El final. El principio.

Hoy. Ahora.

¡Haz que ocurra!


<Ya no miro más al suelo,
Ya no sé lo que es el miedo,
Ya no quiero nada de lo demás.

Tengo mis propios agujeros,
Me he contado bien los dedos,
Ya he visto toda la ciudad.

No he vivido nunca un duelo,
Pero he cruzado los espejos,
Y ya sé que no hay nada
Que encontrar.

Se parece mucho al final.
Se parece mucho al final.

Nunca entendí muy bien tu idioma,
Estás tan lejos y estás tan loca,
Tú no has vivido nunca en la ciudad.

Hemos remado por el cielo,
Hemos pensado en irnos lejos,
Hemos leído las cartas de los demás.

Ya no me cuesta estar callado,
Y averiguar que estás buscando,
Yo ya sé que no hay nada que encontrar.

Se parece mucho al final.
Se parece mucho al final.

[ jejjejjejejje]

Y ahora vamos a empezar.
¡Y ahora vamos a empezar!

Iremos hacia el precipicio final,
con todas las botellas llenas,
con toda la alegría disponible,

e invitaremos a los demonios,
a los ángeles
y a los que no se parecen a nadie.

Iremos hacia el precipicio final
y todos los gatos estarán de nuestra parte,
repartiran sus sardinas
y alimentaran a nuestros cachorros,

terminaremos las botellas,
antes de llegar,
para preparar la caída,
caída larga ¿eterna? corta.

Amanecerá por quinta vez
y no habrá disparos,

de momento.

Veremos una nube
por encima de las montañas,
pero será falsa,

falsa para nosotros.

Venderemos lo que no sirva a los cobardes,
a los cobardes que no quieren lo que se les ofrece,

y terminaremos tristes,
no por la caída,
sino por la despedida de los que aguantaron;

y lo recordaremos todo,
hasta el primer acorde,
todo.

Los curas muertos, las bandejas de fruta,
la madre, el hermano, el padre,
mi lápiz,
los coches, los vuelos,
los aviones que se estrellaban,
las balas silbando por encima de los niños,
los mosquitos, las playas,
las antenas,
Cuba,
el pánico,
mi camisa favorita,
el principio,

y el final.>

El final, Coque Malla


No love no glory

<In the end, only kindness matters>. Sigo proyectando, ahora con más fuerza, con más ahínco, con más fe.

Ahora sé que es posible, sé que depende de mí, sé que funciona.

Ya tengo trabajo, ahora voy a por tí nena. Sé que existes, que estás a punto, que eres inminente.

<Nothing can stop me now>. Estoy en racha. Otro color, jejjeje, me follo tu escalera.

Ven a mí pequeña, nunca nadie te ha amado como yo te amo. Te amo ya sin conocerte, te amo como concepto, amo la sola posibilidad de tu existencia, amo cada rincón, cada porción, cada arruga de un cuerpo. Yo te doy la posibilidad de ser, vas a existir para mí, para que yo pueda darte todo el amor que tengo dentro. Soy tu creador, en tanto que mi deseo genera tu belleza, tu gracia, tu pureza. Si yo no existiera tu existencia no tendría sentido, no habría nadie que te pudiera llenar de luz, que te pudiera hacer sonreir.

Ven a mí pequeña, todo está listo ya. Estoy preparado, te he guardado un lado de la cama.

Ven a mí pequeña, los adjetivos se nos van a quedar cortos. Lo que llamabas maravilloso ni se acerca a delimitar nuestro gozo.

Ven a mí pequeña, la primavera no será lo mismo sin nuestros orgasmos.


<Genios del aire, habitadores del luminoso éter,

venid envueltos en un jirón de niebla plateada.

Silfos invisibles, dejad el cáliz de los entreabiertos lirios

y venid en vuestros carros de nácar, a los que vuelan unidas las mariposas.

Larvas de las fuentes, abandonad el lecho de musgo

y caed sobre nosotras en menuda lluvia de perlas.

Escarabajos de esmeralda, luciérnagas de fuego, mariposas negras,

!venid!.

Y venid vosotros todos, espíritus de la noche,

venid zumbando como un enjambre de insectos de luz y de oro.

Venid, que ya el astro protector de los misterios brilla en la plenitud de su hermosura.

Venid, que ha llegado el momento de las transformaciones maravillosas.

Venid, que las que os aman os esperan impacientes.>


Rimas y leyendas, Gustavo Adolfo Bécquer


El viaje (Secuencia #04)

<Have no fear
For when I’m alone
I’ll be better off than I was before

I’ve got this light
I’ll be around to grow
Who I was before
I cannot recall

Long nights allow me to feel…
I’m falling…I am falling
The lights go out
Let me feel
I’m falling
I am falling safely to the ground
Ah…

I’ll take this soul that’s inside me now
Like a brand new friend
I’ll forever know

I’ve got this light
And the will to show
I will always be better than before

Long nights allow me to feel…
I’m falling…I am falling
The lights go out
Let me feel
I’m falling
I am falling safely to the ground.>


Music & lyrics by Eddie Vedder, form Sean Penn’s ‘Into the wild’.